Algo que pocos conocemos es el uso del bluetooth y seguro que muy pocas veces lo usas y por ello debes mantenerlo apagado y te lo cuento porque.
Hoy en día, el Bluetooth es una tecnología indispensable, presente en todos los smartphones modernos, ya que nos permite conectar nuestro teléfono móvil a otros dispositivos como smartwatches y altavoces inalámbricos. Por eso, muchas veces lo dejamos encendido, sin saber que esta acción puede ser riesgosa si no lo usamos. ¿Por qué? Esta es la razón.
El Bluetooth existe desde hace más de 25 años; sin embargo, con el tiempo se ha mejorado y ha recibido actualizaciones que han aumentado el alcance, la velocidad y la estabilidad.
¿Qué ocurre cuando se activa el Bluetooth?
Aunque se pueda pensar que no hay nada de malo en dejar la función Bluetooth de su dispositivo móvil activada en todo momento, en realidad existen algunos peligros, que explicamos a continuación.
Posibilidad de pirateo
Esta conexión inalámbrica (Bluetooth) puede ser la principal vía para que los hackers entren en tu teléfono móvil. Los riesgos más comunes son el bluebugging, en el que se aprovechan los “errores” en la identificación del dispositivo para tomar el control total del mismo, y los ataques man-in-the-middle, en los que el intruso interfiere en la conexión entre dos dispositivos y puede leer el contenido enviado e incluso modificar los datos.
Emparejamiento con dispositivos desconocidos
Si dejas la función Bluetooth de tu teléfono móvil permanentemente activada, corres el riesgo de conectarte a dispositivos desconocidos sin tu consentimiento. En esta situación, también nos enfrentaríamos a un problema de seguridad y protección de datos, ya que podríamos compartir datos con terceros sin darnos cuenta, e incluso podrían tomar el control de nuestro teléfono.
Transmisión continua de datos
Si el Bluetooth está siempre activado, se envían los datos. Esto puede ocurrir incluso si no está emparejado con otro dispositivo. La interfaz envía el UUID (Universal Unique Identifier) a otros dispositivos a intervalos regulares, que podrían ser rastreados por terceros, lo que supone un grave riesgo para la privacidad.